-La Hipertensión arterial (HTA) es el principal factor de riesgo prevenible de muerte prematura, enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular en todo el mundo. De etiología multifactorial, intervienen factores genéticos, psicosociales y ambientales. Hay procesos fisiológicos complejos involucrados y la relación entre los factores psicosociales y la HTA no se comprende completamente.
– ANSIEDAD: posee características tanto psicológicas (p. Ej., Tensión, preocupación) como somáticas (p. Ej., Palpitaciones, malestar en el pecho), que se han atribuido a la excitación autónoma y a un aumento de la presión arterial (PA). Por tanto, la ansiedad aumenta la PA, la resistencia vascular sistémica y la actividad simpática.
Además, la ansiedad (presente en diversas patologías crónicas), es una de las barreras en el tratamiento de la HTA. Asociado con una menor adherencia al tratamiento, dificulta o retrasa la modificación del estilo de vida (las personas ansiosas suelen tener un peor estilo de vida en general. (Círculo vicioso).
-Las directrices NICE, enfatizan la importancia del estilo de vida en el control de la HTA y destacan la necesidad de incluir intervenciones no farmacológicas en los programas de tratamiento, como una alimentación saludable, ejercicio, abstinencia total de fumar y de alcohol. Tales modificaciones requieren un esfuerzo persistente y un compromiso personal (se buen ejemplo para «contagiar» a tu entorno).
-¿Y el ESTRÉS?: El estrés se asocia con hiperactivación del sistema nervioso autónomo, desregulación del eje hipotalámico pituitario suprarrenal y factores de estilo de vida “desadaptativos” como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la obesidad y la falta de ejercicio.
-Es importante incluir en los programas de ejercicio habituales, (cardiorrespiratorio y neuromuscular), la práctica de respiraciones diafragmáticas (beneficios psicológicos potenciales en hipertensos y prehipertensos al estimular la actividad del sistema nervioso parasimpático) y técnicas de reducción del estrés basadas en la atención plena como la meditación, que posiblemente también impacten en la mejora de los valores de la PA y contribuyan a la adherencia al tratamiento.
ESCRITO POR LUCIA GUERRERO.
Ejercicio físico, hipertensión, menopausia y postmenopausia:
-Enfermedades cardiovasculares (ECV): principal causa de morbilidad y mortalidad en mujeres menopáusicas y posmenopáusicas. Su incremento en la incidencia, relacionada con el cese fisiológico de los estrógenos durante la etapa de la menopausia.
-La hipertensión arterial (HTA) es uno de los factores más influyentes para aumentar la ECV. Durante la menopausia, la prevalencia de HTA es mayor en mujeres posmenopáusicas que en mujeres premenopáusicas (estrógenos: papel cardioprotector). Riesgo agravado por la INACTIVIDAD FÍSICA.
-Al igual que existe relación HTA – Menopausia/postmenopausia (factor riesgo cardiovascular), también la hay entre densidad mineral ósea (DMO)-Osteoporosis–Menopausia/postmenopausia (factor riesgo fracturas). Edad y mujer son 2 factores riesgo no modificables presentes en ambas patologías.
Esto y mucho mas contenido en el CURSO de PILATES E HIPERTENSIÓN que llevaremos a cabo con Lucia Guerrero y Rafael Humanes tanto en formato presencial como en online.
-Sabemos que la HTA está generalmente condicionada a la existencia de uno o más factores predisponentes que son los mismos que predisponen a la morbimortalidad CV (tabaco, alcohol, sobrepeso/obesidad, sedentarismo, ingesta excesiva sal, estrés etc.).
–El ejercicio físico debe incluirse en los cambios en el estilo de vida durante la menopausia (y a ser posible, cuanto antes). Además, ha de incorporarse regularmente ya que el efecto reductor de la presión arterial con el ejercicio requiere ser repetido en el tiempo. Por ello, tan importante será realizar un programa de ejercicio supervisado, como incrementar los niveles de actividad física diarios (ej:¡Caminar todos los días! reciente revisión Cochrane sobre ello).
-En este documentó se revisó el entrenamiento cardiorrespiratorio, entrenamiento combinado y entrenamiento dinámico de fuerza, indicando que «el entrenamiento combinado (F + CR) mostró las mayores reducciones, por lo que se sugiere que esta modalidad de entrenamiento debe ser la principal prescrita en la práctica clínica como terapia complementaria dirigida a prevenir, controlar o tratar la HTA en esta población.»
-Considero que: 1ºPrescripción médica para iniciar un programa ejercicio; 2º estratificar riesgo CV paciente hipertenso; 3º Intervenir atendiendo a la patología principal y asociadas, fármacos, características y necesidades, motivaciones personales, y promover la continuidad y autonomía en el tiempo (¡generar independencia!). Entrenamiento fuerza (dinámico e isométrico), Entrenamiento resistencia (modalidades continuas e intermitentes), Entrenamiento combinado, medio acuático…: si, pero adaptado a cada contexto.
Entrenamiento de la musculatura respiratoria e HTA:
-Sabemos que entre los beneficios del ejercicio en el control de la presión arterial (PA) se encuentran, la disminución del gasto cardíaco y la resistencia vascular periférica, factores relacionados con un mejor control neuronal debido a la reducción de la hiperactividad simpática y al aumento de la sensibilidad barorrefleja, y mejora de la función endotelial debido a un mayor aporte de óxido nítrico vascular.
-Entre las modalidades de ejercicio más utilizadas en el tratamiento y control de la PA, podemos destacar el entrenamiento cardiorrespiratorio y de fuerza (isométrico y dinámico).
-Se han investigado modalidades de ejercicio «no convencionales», como el entrenamiento respiratorio con o sin implemento de carga (implica una mayor resistencia al flujo. Se habla de un 30% de PI máxima, con reducciones en la PAS y PAD, a diferencia de «sin carga», con reducciones solo en la PAS), como una herramienta adicional y capaz de potenciar la reducción de la PA en individuos hipertensos. De hecho, la respiración es un modulador importante del sistema nervioso autónomo y la modulación barorrefleja.
-Los mecanismos que subyace al entrenamiento de la musculatura respiratoria son varios, y concretamente en relación a la modulación autonómica, promueve un aumento de la modulación parasimpática y una reducción de la modulación simpática, favoreciendo una mejor función hemodinámica.
-Limitaciones: diferentes tipos de protocolos de entrenamiento respiratorio aplicados, la mayoría de ellos fueron muy heterogéneos en cuanto a: duración, frecuencia, intensidad, tiempo de intervención; Diferentes dispositivos utilizados; diferente horario de registro y condiciones; capacidad de respuesta diferente en función del grado de HTA (los más leves son más propensos a mayores reducciones tras el entrenamiento); falta de información en los estudios incluidos con respecto a los cambios en la medicación etc.
En definitiva, ante cualquier patología crónica, el patrón ventilatorio es un contenido que ha de ser abordado en los programas de ejercicio (cuyas alteraciones muchas veces están condicionadas por aspectos posturales, por ej: propio síndrome cruzado superior por demasiado tiempo en sedestación).