¿QUÉ TIPOS DE TÓRAX O FORMAS ANÓMALAS DE TÓRAX EXISTEN Y CÓMO TRABAJARLAS CON PILATES?
Si quieres conocer qué tipos de tórax existen y las diferentes malformaciones/anomalías que estos pueden presentar, así como los problemas que pueden provocar y ejercicios de Pilates para mejorar las condiciones de vida de las personas que lo padecen, estás en el artículo correcto.
Comencemos por partes, ¿qué es el tórax?
La definición por excelencia del tórax se describe como el área del cuerpo que se encuentra entre el cuello y el abdomen.
En el tórax se encuentran órganos vitales como el corazón, los vasos sanguíneos principales y los pulmones.
El tórax está envuelto por las costillas, el esternón y la columna vertebral dorsal, que lo sostienen. Por otro lado, el diafragma marca la separación entre el tórax y el abdomen.
Varias de sus estructuras participan en los procesos de respiración, digestión y la circulación sanguínea.
¿De qué se compone el tórax?
El tórax está compuesto de las siguientes partes:
- Costillas y esternón
- Esófago
- Tráquea
- Bronquios
- Pulmones
- Pleura
- Corazón
- Timo
- Nervios
¿Cuál es la forma normal del tórax?
Regiones topográficas y líneas convencionales
Para comprender las formas anómalas del tórax (o diferentes tipos de tórax) es necesario comenzar mostrando una serie de guías generales que muestran las divisiones del tórax normal. Estas guías se conocen como regiones topográficas, que están basadas en líneas convencionales y señaladas por reparos anatómicos.
En las siguientes ilustraciones podemos ver los reparos anatómicos del tórax:
A continuación, podemos ver las líneas convencionales y regiones topográficas:
a) En la cara anterior
b) En la cara posterior
c) En la cara lateral
Diferentes tipos de tórax (formas anómalas del tórax)
Ahora que conocemos un poco más sobre la estructura del tórax, su composición y sus funciones, podemos ver qué son y qué tipos de deformidades del tórax pueden presentar algunas personas.
¿Qué son las anomalías torácicas?
Las anomalías en la pared torácica representan un extenso grupo de malformaciones muy variadas que ocasionan deformidades en el esternón, las costillas y la columna dorsal, principalmente.
Su repercusión a nivel visual puede ser importante, aunque menor, generalmente, a nivel funcional (tanto cardíaco como pulmonar).
La conformidad de la caja torácica, que conecta el esternón y las vértebras torácicas con las costillas, puede sufrir algún grado de rotación o deformidad esternal que puede llegar a deformar, consecuentemente, la columna.
Dos tipos de deformidades
Podemos distinguir dos tipos de deformidades, de forma general:
-Las que aparecen con el nacimiento o en los primeros meses de vida (congénitas).
-Las que se desarrollan en la niñez/adolescencia. Estas coinciden normalmente con el estirón puberal (de desarrollo).
Clasificación de las deformidades torácicas
Hoy en día existen varios sistemas de clasificación de estas deformidades, aunque una de las más usadas por los expertos en la materia es la publicada por Acastello y Garrido en 2009, que organiza los defectos en función de su origen anatómico:
Pectus excavatum
De esta clasificación, nos gustaría entrar en más detalles en el Pectus excavatum, que es la anormalidad congénita de la caja torácica más común. Algunos estudios estiman que su incidencia es de 1 en 400 y otros de 1 en 1000 nacimientos vivos y que prevalece 4 veces más en varones.
Esta malformación se caracteriza por la depresión de la pared esternocostal. Suele notarse al nacer, pero puede hacerse más evidente en la pubertad. Los estudios indican que el 21% de los pacientes presenta escoliosis.
Su tratamiento, durante muchos años, ha sido quirúrgico, con la técnica abierta de Ravitch, pero en la actualidad se utiliza una alternativa no quirúrgica, en niños con una deformidad pequeña, que es el “Vacuum bell”, que se trata de una copa de succión con la cual se aplica un vació y se levanta la pared torácica.
Pectus carinatum
Otra de las malformaciones frecuentes es el Pectus carinatum, de hecho, se trata del segundo defecto más común de la caja torácica. A diferencia del anterior, en este caso se produce la protrusión del esternón, puede estar presente al nacer y progresa con el crecimiento. Es una condición de carácter genético. Su incidencia es de 1 cada 1000 nacimientos vivos y prevalece 4 veces más en los varones. Entre otros síndromes que puede provocar, también se le asocia a la escoliosis.
Su tratamiento puede ser quirúrgico o mediante el sistema dinámico de compresión DCS. Este último suele ser la primera opción y consiste en una ortosis de aluminio que mide y ajusta la presión en la pared torácica, lo que permite la expansión del tórax.
Síndrome de Poland
Aunque la dos deformaciones anteriores son las más frecuentes, nos gustaría profundizar también en el Síndrome de Poland.
El Síndrome de Poland es una alteración que provoca la ausencia total o parcial del músculo pectoral mayor, además de causar anomalías en la mano homolateral. Su mayor problema es a nivel estético y no suele estar asociado a problemas respiratorios. Esta deformación prevalece tres veces más en hombres que en mujeres.
Su tratamiento puede variar desde la observación de los pacientes con un grado de deformación menor hasta la reconstrucción de la caja torácica. Para esta última, pueden utilizarse prótesis, colgajos locales o libres o transferirse músculo de otras partes. También pueden usarse implantes (o extensores) de tejido blanco con el uso de colgajos o grasa local.
¿Qué problemas suelen causar estas deformidades?
Aunque la sintomatología que pueden causar en muy amplia y no solo depende únicamente del tipo de deformación, sino también del grado de esta, dos de los problemas que con mayor frecuencia presentan los pacientes son el Síndrome de Insuficiencia Torácica y la Escoliosis, sobre la cuál hemos hablado previamente.
El Síndrome de la Insuficiencia Torácica provoca la deficiencia de la caja torácica para mantener una respiración normal y sostener el crecimiento fisiológico del pulmón.
La Escoliosis es una desviación anormal de la columna vertebral que provoca una curvatura anormal del cuerpo.
Otros de los síndromes y problemas que pueden presentarse son: arritmias cardiacas, disnea, capacidad cardiopulmonar reducida, taquipnea, excusiones diafragmáticas compensatorias y, evidentemente, problemas estéticos y psicológicos, entre otros.
El correspondiente tratamiento médico es imprescindible y, bajo indicación del especialista, puede ser recomendada la práctica de ejercicio previo o posterior a la solución médica.
En Pilates Evidence sabemos lo importante que es poder trabajar con personas de todo tipo, cada una con sus propias cuestiones, y nos apasiona ayudarlos a mejorar su calidad de vida. Por ello, tenemos un curso para formar instructores especializado en patologías, concretamente en la escoliosis, hiperlordosis e hipercifosis.
¿Cómo puede ayudar el método Pilates a personas con alguna deformidad?
Como acabamos de comentar, antes de iniciar ningún ejercicio es necesario un diagnóstico médico que sigue las siguientes fases:
Tras la primera consulta, se identificará el defecto específico y se hará hincapié en la importancia de practicar deporte enfocado en el tren superior, como Pilates, natación, judo, balonmano, baloncesto, gimnasia deportiva, tenis, etc.
Beneficios de practicar Pilates para las anomalías y los diferentes tipos de tórax
Es aquí donde el papel del Pilates es fundamental. Como ya sabes, entre muchas otras, una de sus funciones es ayudar a la reeducación postural, reajustando la posición de las estructuras del tórax (y fortaleciéndolas) y mejorando el proceso de respiración (inhalación y exhalación), la apariencia visual y, con ello, la autoestima de la persona paciente.
El Pilates es altamente recomendado para tratar patologías y problemas derivados de estas deformaciones y tipos de tórax, como la escoliosis y el Síndrome de la Insuficiencia Torácica, además de ser un gran aliado para la psique y la salud mental (como ya explicamos previamente en este artículo).
Esto se debe a que entre los principios del método Pilates se incluyen la realización de movimientos controlados (precisión), la concentración y el control de la respiración, además de la centralización, que implica focalizar el trabajo en la zona del CORE, en la cual se encuentra el tórax.
Tampoco podemos olvidar uno de los objetivos del método, que se centra en conseguir la reeducación postural de las personas que lo practican, como ya hemos mencionado.
En el siguiente artículo, puedes conocer cómo aplicar el método Pilates a personas con escoliosis, además de aprender más sobre esta patología, las ventajas de practicar Pilates según los estudios, varios ejercicios y mucho más.
Si eres instructor de Pilates y te gustaría poder ayudar a personas con malformaciones a través del método Pilates, te recomendamos entonces que te especialices en nuestro curso de Pilates para la Escoliosis, Hiperlordosis e Hipercifosis, que te dotará de todos los conocimientos y recursos necesarios para que puedas desarrollar tus clases con personas con estas patologías, ayudándoles a mejorar su condición y permitiéndoles mejorar su calidad de vida.
Ejercicios de Pilates para la respiración
Como ya sabes, algunos defectos específicos pueden originar problemas en la respiración.
A continuación te facilitamos algunos ejercicios que pueden ser de gran utilidad para facilitar el proceso:
Ejercicio para la respiración I
Ejercicio para la respiración II
Técnicas para una correcta respiración
Si te interesan las técnicas para mejorar la respiración de tus alumnos o la tuya, te recomendamos que obtengas el siguiente curso para que puedas profundizar en ellas.
¡Esperamos que este artículo te haya resultado útil y nos vemos en próximas formaciones!
Fuentes
Anales de Pediatría – Asociación Española de Pediatría
Cátedra de Semiología – Universidad Nacional de Córdoba
Pediatría Integral – Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria
SciELO – Norman Ramírez-Lluch y José M. Acevedo-Echevarría